Una tarde donde los protagonistas han sido los Gegants.

Iniciamos la tarde con el ‘cafè, copa i puro per un…’ tiquet, pues sin él era difícil que te dieran algo... Tenías que poner cara de santo y rezar a la patrona, nunca mejor dicho, para que te sirvieran. Como siempre ya no quedan tiquets cuando llegas al lugar del evento. Y las colas… mejor no hablar. A lo que iba, sobremesa muy bien amenizada, hay que destacarlo, por música en directo de la Orquestra La Banda del Drac. Tocaban espléndidamente temas populares muy bien interpretados. Pero la gente estaba para hablar y cotillear. Café algo lóbrego, copa verde y purito para un no fumador. Lo regale al primer conocido que me encontré. ¿Y esas señoras con el puro en boca a lo Sara Montiel? Que decir… falto el tango.

Era hora de la ‘despertada dels Gegants’ y a la plaza de la fuente falta gente… Bueno, como faltar… faltaba sitio. Nos tropezamos con la parte central de la plaza cerrada al público. Se hallaban unos elementos pirotécnicos instalados y una valla impedía el acceso por completo a todo el tramo central (la de los árboles). La zona delantera… el patio frontal del ayuntamiento se encontraba abarotaoooo, solo había acceso por los dos ‘estrechos’ callejones a los dos lados. Algunos gigantes se encontraban a ambos lados y presidiendo dejado del balcón los de la ciudad. Espléndidos.
Abuelos con sus nietos se acercaban a contemplar esos monstruos de cartón piedra… Carritos a doquier arrollándote, niños corriendo, llorando, gritando y numerosos verbos más.

Se inicio el ‘Toc de pregó’. La hora ha llegado. Sonaron un par de trompetas, no se si era DO o un FA… pero sonaron unas cuantas veces. No reconocí ninguna estrofa de canción conocida. El alcalde soltó cuatro palabras no preparadas anteriormente y encendió lo que era una mecha.
Los estruendos eran rápidos y sin pausa. La traca se quemaba por la fachada del ayuntamiento y se dirigía, por encima de los gigantes y por la fachada lateral, hacia el centro de la plaza. A la altura de Can Barça la traca cambio de sentido y se dirigió al centro… hacia la muchedumbre, que no se había percatado que los cohetes colgaban sobre sus cabezas… empujó y gritó por no decir otras palabras. Los cochecitos de bebe quedaron huérfanos, los mayores protegían a sus pequeños, los cuales gritaban mientras sus padres los salvaguardaban. Desbandada. Un sálvese quien pueda… Ruido, estallidos, chispas, humo y restos de petardos te envolvían. ¿Y los abuelos? Después les dicen a los mayores que tienen que hacer más ejercicio… Vallan, vallan… que les harán correr a golpe de cohete… Las vallas y tanta gente apelotonada y atascada impedían moverse hacia donde sea.
¿Hacia falta tanto sitio para esos cuatro carcasas? ¿No hay calles adyacentes para hacerlo? ¿Y los tejados del ayuntamiento? Otras veces se ha hecho. Me acorde de más de un familiar de algún individuo que estaba en la plaza… Si a mi me pitaban los oídos, a alguien le silbaban.

Salí de entre la muchedumbre como pude por el estrecho callejón. Estaba colapsado. Aquí se quedan señores. Casi me han artado ya de las fiestas. En ese momento no sabía lo que me esperaba esa noche con aliguer, geganter, mulasser y lloeoner...