Cruzamos tres canales, y observamos las casas flotantes y las diferentes fachadas de los edificios de estilo gótico, dando a parar a Westerkerk, Iglesia, Parroquia de la Iglesia Reformada de los Países Bajos, una placa en conmemoración por la lucha de los derechos de los homosexuales y un poco más adelante a la casa de Ana Frank y la estatua en su memoria.
Comimos en un restaurante Argentino, otros compañeros lo hicieron en uno Español, porqué la verdad es que en Holanda no hay comida típica, aparte del queso, las patatas fritas con mayonesa, los arenques y diversos productos marinados. Casi todos los restaurantes que vimos eran Españoles, Indonesios, Argentinos, Italianos y Chinos. El descanso fué merecido, porqué andar por Amsterdam es un poco estresante, entre bicicletas, coches y tranvías, era un caos, la verdad es que no me extraña que tengan el porcentaje más bajo de atropellos por coches, jeje, pero que cuenten los de las bicicletas, jejeje!
Después del café continuamos nuestra andadura por la Rembrandthuis, Casa de Rembrandt, y nos acercamos a la iglesia de San Antonio de Pádua, al lado, un mercadillo de antigüedades, seguimos hasta el Chinatown y llegar al famoso Barrio Rojo, lleno de escaparates con mujeres con poca ropa... sin comentarios.
Sant Antoni de Padua / ChinaTown de Amsterdam
Detalle del Barrio Rojo / Puerta del hotel NH Koningshof
A partir de ahí empezó nuestra vuelta a la estación, para volver al Aeropuerto de Schipol dónde nos recogió un autocar para llevarnos a Veldhoven exactamente al hotel NH Koningshof, dónde nos esperaba la más prestigiosa competición de dardos de punta de acero, el "30th Duch Open Darts".
Comimos en un restaurante Argentino, otros compañeros lo hicieron en uno Español, porqué la verdad es que en Holanda no hay comida típica, aparte del queso, las patatas fritas con mayonesa, los arenques y diversos productos marinados. Casi todos los restaurantes que vimos eran Españoles, Indonesios, Argentinos, Italianos y Chinos. El descanso fué merecido, porqué andar por Amsterdam es un poco estresante, entre bicicletas, coches y tranvías, era un caos, la verdad es que no me extraña que tengan el porcentaje más bajo de atropellos por coches, jeje, pero que cuenten los de las bicicletas, jejeje!
Después del café continuamos nuestra andadura por la Rembrandthuis, Casa de Rembrandt, y nos acercamos a la iglesia de San Antonio de Pádua, al lado, un mercadillo de antigüedades, seguimos hasta el Chinatown y llegar al famoso Barrio Rojo, lleno de escaparates con mujeres con poca ropa... sin comentarios.
Sant Antoni de Padua / ChinaTown de Amsterdam
Detalle del Barrio Rojo / Puerta del hotel NH Koningshof
A partir de ahí empezó nuestra vuelta a la estación, para volver al Aeropuerto de Schipol dónde nos recogió un autocar para llevarnos a Veldhoven exactamente al hotel NH Koningshof, dónde nos esperaba la más prestigiosa competición de dardos de punta de acero, el "30th Duch Open Darts".
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